¡¡El mundo es una gran cagada!!. Iba todo tan bien aquella mañana hasta que un colega me pregunta:

—¿Supiste la nueva?

No viejo, ¿Qué hay??

—Que en los baños reemplazaron los focos, ahora son neones azules*, seguro es para ir con el estilo moderno que le han impregnado a la oficina.

*(N. de A.: Has de saber que la luz azul vuelve las venas muy difíciles de distinguir para los toxicómanos.)

¡¡ A la puta !! — exclamé sobrecogido.

—¿Qué decías? —

Me interpeló el muy pelotudo, que de rayas y agujas anda tan lejos como mi madre de mi novia.

Nada, nada. Esta pesada la mañana – agregué - y me moví rápido para zafarme.

Perdón, no me presenté, soy Joaquín Rodríguez, Juaco para los amigos. Trabajo desde hace 5 años en “Best Corredores de Bolsa”. Soy, según el Gerente de Mesa de Dinero, su ejecutivo más productivo, asertivo y dinámico. Lo mío son las estadísticas, los índices que van al alza y a la baja. Realizo estudios de mercado y rentabilidad variable, lo que me califica para recomendar a mi cartera de clientes donde efectuar inversiones para generar ganancias, de cuando detenerse, o de retirarse a tiempo para evitar pérdidas.

¿Qué si me gusta lo que hago? Sí. Es un trabajo de riesgo y soy de los que disfrutan llevando al límite mi adrenalina, pero es por demás estresante, aunque se gana muy bien si eres lo suficientemente astuto y rápido en la gestión. Es por ello, y a raíz del bombardeo de presión que recibo a diario, que yo necesito, ¡¡ NE-CE-SI-TO !! una ayuda para evadirme. Es sólo por un rato, una vuelta al paraíso nada más y estos gilipollas me reemplazaron las putas luces y encima - según averigüé - los baños privados que los muy putos usan permanecen con sus luces tradicionales ¡¡Los muy hijos de su santa madre!!.

En fin, que a partir del dichoso incidente de los focos comencé a soplarme líneas. Las nuevas luces le dan un bello tono celestial al polvillo que además, brilla cual si fueran pequeños diamantes. Me escurro sigiloso dos veces al día y si llegase a faltar, mi dealer está disponible al toque ante cualquier urgencia.

Las cosas van muy bien de momento, la bolsa se mantiene al alza y la vida me sonríe. ¿¿Qué más se puede pedir??.

Hace un par de semana un amigo me recomendó un nuevo dealer. El producto que me trae está ¡¡De patada!! Es tan fuerte que paso más fuera que dentro de mí, todo me parece como una suerte de caleidoscopio y los elefantes con tutú se pasean a diestra y siniestra por mi oficina. Mis colegas están con caras alargadas como derritiéndose y todo tiene un olor, un olor… que no identifico, a decir verdad ya no sé distinguir realidad de ficción.

Abro los ojos, esta mañana me siento más consciente que en días pasados, ha de ser que me estoy acostumbrando a la nueva mercancía.

Con sorpresa me percato que estos putos me han cambiado la pantalla, y le han puesto un timbre persistente a mi estadística. Sube y baja como loca bip-bip-bip, ya no la controlo y por estar al pendiente de la oscilación no pude moverme a mi dosis matutina y el maldito bip-bip me carcome el oído. Mi corazón y mi estómago se retuercen de dolor, mi dosis ¡¡Necesito mi dosis!! y este maldito sonido del bip que se alarga dándome la alerta. ¡¡ES LA BOLSA QUE CAE!!.

Hay mucha agitación alrededor, pero yo me siento lento, como flotando en el espacio. ¡¡Esto me va a costar el puesto!!. Todo es tan borroso, como si estuviera por encima de las nubes y tengo un sopor que no me aguanto. Por fin el monitor se calma y el puntito sigue una carrera en línea recta, aunque el bip se ha quedado pegado. Miro al costado, me rodean sombras, pero al fondo veo una tranquilizadora luz blanca y comprendo: es el fin.


M.D