PUEBLO CHICO
El problema de vivir en un pueblo, es que todos conocen los defectos y virtudes de todos, pero reconocen solamente los defectos. Nunca oí que alguien llevara un apodo encomiástico, se los denomina según su falencia física o intelectual más notable. Todos saben quién es el rengo, el sordo, el puto, el loco…y cuando hay varios se les agrega otro adjetivo. Yo por ejemplo era el Pirucho, no importaba que fuera el más inteligente, simpático y pintón del pueblo se decía que era medio loquito y punto. Esto no es solo un apodo es una ficha personal, como un currículo en tu vida social que va a determinar el grado de popularidad, marginación, respeto, etc…Pero lo peor era con el que no podían etiquetar, ese era pasible de toda sospecha. “Ese algo esconde, algo, andá a saber en qué anda no debe ser trigo limpio…” o “ Esa, se hace la mosquita muerta, pero me parece que debe ser una !… Ha… Otra que bien baila, a mí no me engaña. O, el que tiene el culo sucio, no muéstralos calzones. “
A propósito de lo dicho, les contaré de mi primo Modesto Tapera, era un tipo con buenos atributos y virtudes naturales, pero las usaba de tal manera que provocaba el rechazo de la gente. A Modesto lo llamaban Molesto, porque era muy servicial y solidario, pero su grado consecuencia y insistencia para aplicarla lo convertían en un tipo insoportable. Cuando veía a alguien haciendo algún trabajo… Ahí estaba él.
.- ¿ Querés que te dé Una mano ?...
.- No gracias, me arreglo solo. No te molestes…
,. Má qué molestia…para qué están los amigos. Dale, dale, dejame a mí.
.- No loco, es cosa de un minuto, ya termino.
.- Tá bien, pero entre los dos tardamos medio. El tiempo es oro, dejame a mí que estoy canchero. Vos prepárate unos mates. ¿ O preferís que yo te sebe mate?...Perdoname que me meta, pero eso no se hace así.
.- Ah, nó, y cómo se hace, boludo ?...
.- Por eso, déjame a mí, así aprendés y la próxima vez lo haces solo…
.- Ahora lo quiero hacer solo, no me rompas las bolas.
.- Bueno está bien, mejor te sebo unos mates…Dónde está la pava ?...
.- No quiero mate, no quiero ayuda quiero, que me dejés solo. ¿Me entendés?...
.- Tá bien, no te engranés…entonces me quedo a hacerte compañía.
Y se quedaba y hablaba, y hablaba. Y era como un zumbido persistente, molesto, pegajoso, insoportable, y te daba ganas de tirarle con lo que tenías a mano y tratabas de ignorarlo, calmarte y pensar que no lo hacía de malo, por lo contrario, exacerbaba sus cualidades, era un
fundamentalista, eso era. Y al final te ganaba por cansancio
Todos le rajaban al Molesto, tal ves no lo fuera tanto, pero las mentas alimentaban esa reacción prejuiciosa. Mi tío Cachila, que sabía un toco, lo llamaba Ununoctio, “más pesado que el plomo”, pero no prendió. (Cachila…Lo llamaban así porque era de vuelo bajo. Siempre pienso que le tengo que escribir algo, pero por ahora solo lo nombro.)
Quizás para sentirse aceptado fue que se hizo monaguillo. Ell cura que era un santo, pensaba que Modesto era milagroso, porque todo lo que le pedía dios se lo concedía.
La cosa es que un día, fue a confesarse la Renguita, una piba piadosa que enseñaba el catecismo y también hacía catarsis en la capilla.
.-Padre…Le dijo en el confesionario.- Tengo miedo de cometer el pecado de la carne.
.- Qué te ocurre, hija mía ?...
.- Hay un chico que quiere tener sexo conmigo, padre y tengo miedo de pecar.
.- Cuando viene la tentación, reza un Ave María y el demonio se va.
.- Si lo hago, pero el Modesto insiste, padre.
.- El Modesto ?...Pues date por cogida hija mía. No te salva ni el espíritu santo.
neco
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