- Los gnomos no existen -
El cabello dorado de Wolfgang reflejaba el sol en destellos desorganizados.
- ¡No es así, no es así como tú dices!- le respondí enojado. - Mi madre me ha dicho que hay gnomos por todas partes. Que son ellos los que hacen que las plantas den flores y los árboles, fruta... (Wolfgang sonreía diciendo que no con la cabeza) y también me ha dicho que los duendes son los que dan de comer a las aves, (Wolfgang comenzó a reír) y a los conejos y a los perros vagabundos...
- No seas tonto. Deja de creer en patrañas. Los duendes no existen.-
- ¡Si! También mi madre dice que son las hadas las que peinan tu cabello por las noches para que brille, (Wolfgang soltaba gruesas carcajadas)y que los ratones del reino mágico se compran tus dientes de leche (Wolfgang se retorcía en el piso de tanta risa) y que las brujas traen la lluvia cuando bailan, y que son los elfos los que soplan tu nariz para que sueñes (Wolfgang tenía arcadas y no paraba de reír).
Secó sus ojos con el revés de su mano y dijo:
- ahhh... no seas estúpido. Las brujas no existen.-
Mi madre apareció caminando a buscarme. Besó mi frente, peinó mi flequillo, miró directamente a los ojos de Wolfgang y dijo:
-Los niños malos y necios no existen.
Y mientras escuchaba las últimas letras en el aire, Wolfgang se hizo humo.