Quiero ser naranja y correr entre los pies de los que amo:
solo puedo iluminar a veces
el deshojado otoño de sus almas.
Siento las piedras de los insultos volar hacia mí como granizos de una tempestad:
el pino duerme en silencio
inmóvil
sus copos arden con luces doradas.
Oprimo mis manos con fuerza
miro al cielo:
y ruego a Dios por todos...
El estanque del patio de mi infancia
entre sombras de ciruelos
muestra el rostro amado de mi madre dándome valor:
me amaba
como la llovizna en primavera ama los brotes pequeñitos.
Mi corazón desbordaba sentimientos...
El paisaje conocido de la infancia no es tan hermoso hoy bajo la luna:
muestra un espejo de agua opaco y desvalido
por eso se hace tan fácil sollozar.
Victoria
Texto agregado el 25-03-2015, y leído por 529
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Lectores Opinan
22-11-2019
La vida con sus claro -oscuros es maravillosa. Una aventura digna de ser vivida. Un beso Victoria. Cinco aullidos solidarios Steve
11-02-2016
Mucha vena en esta narración. Me gustó mucho, como pintar en la tarde al aire libre, canciones. TJ215
05-05-2015
Sentimientos a flor de piel, belleza de metáforas. Sólo alguien con gran sensibilidad es capaz de escribir así ;) luna-tatuada
03-05-2015
HERMOSO RENCUENTRO CON LA INFANCIA TAN QUERIDA AMIGA BESOS Y MILLONES DE * NILDA yo_nilda
01-05-2015
Con esa delicada sensibilidad que siempre has tenido. Un abrazo y mis *************** avefenixazul