Mejor enmienda un error en ti mismo que cien en los demás. Elbert Hubbard Detona la membrana de la mente y se fugan imperiosos pensamientos, caminan abrutados a la boca y surgen en palabras los lamentos. No quiero que me observes de ese modo, ya sé que soy un resto desflorado no tengo en mis manos más que dedos… soy sólo la avidez de tu costado. Mis ríos son deshechos pura sal, se evaporaron a través del desapego… sólo ambiciono en mi frágil interior ser trofeo de tus básicos deseos. Pero vuelve la razón y me atormenta -no ves que el tiempo borra lo existido y si no escarbas y riegas las raíces desaparecen los brotes…sin sentido-.
Texto agregado el 12-03-2015, y leído por 325 visitantes. (6 votos)