RUEGO. La virgencita escuchaba Con gran atención su ruego; Su plegaria le elevaba Y se persignaba luego. Después de prenderle fuego A la blanca veladora, Creía que al fin ahora La regla aparecería; Quedito se lo decía A María Auxiliadora.
Texto agregado el 12-03-2015, y leído por 341 visitantes. (11 votos)