Me has convertido en una pasa andante, tan arrugada, tan magra, tan pequeña. Me has convertido en la tristeza sepulcral que destilan mis palabras cuando hablo con vos.

Salváme, quedate y salvame para no enloquecer en el intento de entender por qué? Por qué?

No me faltes ahora, no te vas, no me dejes asi. Yo sola no puedo, nunca he podido y no podré si te vas. Quedate y salvame. no te matés.