(...)
"Las almas son incomunicables.
Deja a tu cuerpo entenderse con otro cuerpo.
Porque los cuerpos se entienden, pero las almas no."
Manuel Bandeira "Arte de Amar"
Estuviste en las palabras
que llegaron muy despacio
de un lugar desconocido,
y encontraron su refugio
en el blanco del papel
que anhelaba ser leído.
Tan perfecta y abstrata
en tu vestido de sueños,
me llevaste de la mano
al paraíso lejano.
Estuviste en mis vigilias,
altiva, con los pasos firmes
y destellos de memoria.
Belleza disimulada
con un velo de misterio,
el aroma de tus huellas
encendía mis instintos
invocaba a la pasión.
Fui guardián del templo
erigido entre tus muslos,
bebí sedosos secretos
del cántaro de tu vientre
que en espasmos se abría
y devoraba mi boca.
Fui tu esclavo y señor
de tantas noches de amor
contigo en mi soledad.
En mi lecho, a media luz
como fiera acorralada
delante de un abismo,
te miraste en las pupilas,
que te desnudan el alma.
Al borde de la entrega,
el amor pide rescate,
tu abandono desvelado
arrebata mi deseo.
Yo me oculto en tus rincones,
esparciendo las caricias
con las yemas de mis dedos.
Y cuando despierte el alba,
miradnos por la ventana!
Voy a trepar por tus montes,
como serpiente rastrera
enroscarme a tu cintura,
acostarme en tu pradera.
Mi placer encarcelado,
liberta el miembro que crece,
con gotas de puro gozo
sobre la piel que amanece.
Me derramo en tu cuerpo
postrado, enamorado.
Me susurras al oído:
no follarte es un pecado.
En silencio me repito:
amarte está prohibido.
Pero ya es muy tarde...
me voy a dormir ahora,
me levanto a las cinco
sin desayuno en la cama.
Leila A.Schiele
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