BUEN CONVENIO.
Era una mujer educada e independiente,
Quien,a sus treinta años,se conservaba soltera;
Pero conocía la vida,sabía qué era
Una noche de pasión y un semental ardiente.
Cual pez en el agua se movía en sociedad,
Su figura esbelta capturaba las miradas;
Por casi todas las mujeres era envidiada,
Pues,además de hermosa,tenía calidad.
A cientos de pretendientes dejó en el camino,
Muchos de ellos eran señoritos de alto vuelo;
Fueron testigos,con sorpresa y gran desconsuelo,
De cómo un hombre mayor,decidió su destino.
Este rico señor no era un fulano de tal,
Venía de familia de origen irlandés;
Nunca se casó con él sólo por interés,
De verdad,le interesaba más el capital.
Desde EL matrimonio siguió con su buena vida,
Era invitada de honor en los grandes salones;
Sus amantes de ocasión eran tiernos pichones
Y nunca se mostraba distante o aburrida.
El viejo lo sabe,porque no es ningún pendejo,
Su chiquita cumple con él de principio a fin;
Por fuera ella se atraganta con un buen festín
Pero en casa se conforma con un vino añejo. |