Con que frecuencia se exalta la indignación cuando escuchamos decir a un ciudadano cualquiera, que para él es lo mismo ser Peruano o no y que se siente igualmente bien con tal de tener para su sustento, esta falta de “orgullo nacional” es lamentada entonces hondamente, se vitupera su actitud por pensar de esa manera.
Pero reflexionan acaso nuestros gobernantes y políticos en que mínima escala se le da al pueblo educación y sentimiento nacional, solo ven tranquilamente como en la televisión, en la radio, en el cine, en el teatro, con literatura obscena y prensa inmunda es vaciada en el pueblo todos los días veneno a borbotones.
La prensa es el factor responsable del proceso de instrucción y este pernicioso poder es capaz de crear cierto ambiente de opinión, sabe hacer de un motivo insignificante una cuestión de estado, e inversamente en igual tiempo relegar al olvido general problemas vitales o sustraerlos de la memoria de las multitudes, es así posible en pocas semanas henchir nombres de la nada y relacionar con ellos increíbles expectativas, adjudicándoles una popularidad que muchas veces una persona verdaderamente meritoria no alcanzaría, mientras se encumbran estos nombres de políticos, jugadores, gente del espectáculo y otros Etc. Etc., que unos días antes nadie había oído pronunciar, hombres y mujeres valiosos pasan desapercibidos e ignorados.
Aún conservo en mi memoria como esta prensa que eleva loas a la libertad de expresión, silencio para siempre un reportaje realizado por la periodista Rosa Vallejos que laboraba en el programa “panorama”, por la denuncia que Carlos Rueckner mi amigo y socio, en compañía de este modesto ciudadano realizamos en el Congreso de la República por la compra fraudulenta de la maquina acuñadora de monedas, para la casa de monedas del Banco Central de Reserva, la empresa Rueckner cajas de seguridad obtuvo con el mayor puntaje la licitación, la empresa Citeco ya desaparecida al quedar en segundo lugar aulló y juraron que nos despojarían de la licitación, así lo hicieron en complicidad con miembros del Banco Central de Reserva, nos acusaron de todo para arrebatarnos la mencionada licitación, es así que nos entablan un proceso penal jalado de los pelos, que ya termino con la absolución de todos los cargos y estamos en la actualidad en un proceso civil para el pago de los daños y perjuicios más las costas y costos y el lucro cesante, en este poder judicial que es más lento que una tortuga coja pues ya estamos cerca de cumplir los 19 años, demoro 15 años el proceso penal y ya van 4 del proceso civil y aun esto no termina.
Por las denuncias presentadas en el congreso se acerca Rosa Vallejos y nos pide todos los pormenores de este proceso, se lo dimos con todo gusto para que el pueblo Peruano este informado de lo que sucedía en el Banco Central de Reserva, además le dimos la información de cómo se reciclaba los billetes viejos que debieron ser destruidos, pero que mediante maniobras en la máquina que perforaba los billetes hacían parecer que eran destruidos pero no era cierto, estos billetes viejos y manchados eran sacados fuera del banco y reutilizados, cuantos miles o más de billetes salieron fuera de dicha institución, nadie sabe decirlo solo los que lo hicieron saben el monto sustraído.
Rosa Vallejos cuyo número de teléfonos en ese entonces nos alcanzó fueron el 6300084 y el 4113411, nos invitó al canal y se hizo la grabación y nos aseguró que el domingo salía si o si esta noticia, llego el domingo tan esperado y solo salió Rosa Vallejos regalando unos artefactos usados en un pueblo joven de la periferia de la ciudad, la llamamos para saber qué había sucedido y solo contesto el silencio, la comprendimos pobre de ella era solo una periodista que laboraba en un medio de difusión.
Todo lo visto y palpado de esta prensa tuvo para mí la trascendencia de inclinarme más fervorosamente a mi pueblo, solo conociendo el efecto de semejante obra de envilecimiento podía como un loco ser capaz de condenar a esta nación que es solo una víctima, solo cuando la mayoría de la población pueda apreciar la grandeza cultural, económica y política de su patria podrá sentir orgullo, porque solo se lucha por aquello que se quiere.
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