mi hermano encendió el auto... partió rumbo al aeropuerto a buscarme...
Alemania es fría y llena de sentimientos y soledad... uno respira aire blanco... y bajo su entorno un siente que todo está ordenado y muy limpió... tuve muchas novias... nunca llegué a casarme... no me gustan los largos compromisos... no tuve hijos y si los he tenido, jamás los he visto... no es que me esconda, no, nada de eso... me gusta mi soledad, visitar a una amiga en bicicleta y salir de paseo largo... parar en un campo lleno de nieve o luz y jugar a la vida en medio de tanto orden y seres bellos y fríos al mismo tiempo... pero, si algo me agrada, eso es beber como una cuba... y lo hago en mi departamento... solo, totalmente solo... pues llego a recordar que soy un ser humano... apago todas las luces de mi casa y escucho el silencio... todo parece perfecto... mis latidos suenan en armonía con los sonidos del cielo... me siento pleno... pero, ya soy viejo y como a todo viejo, le gusta pisar lugares que mucho antes ha pisado... y recordar que se puede vivir dos veces lo mismo... por eso es que viajé a mi país a ver a mis hermanos y madre...
el avión es terrible para mí... todos apestan... yo también, pero nada dura eternamente... y mientras viajo, miro los asientos o a las mujeres hermosas que pasan por mi lado... y recuerdo la veces en que he viajado a mi país... allí mi hermano, mis hermanas, mi madre, mis parientes... todos perfectamente aburridos... sin embargo, me gusta hacerles ver que estoy feliz con ellos... pero yo voy porque me gusta el cambio... las horas pasan... uno lee, otro come, otro bebe... y las muchachas y muchachos son hermosos... quisiera tener una aventura con una de ellas... sus ojos son hermosos... y sus labios muy sanguíneos... pero es muy joven... detengo mis pensamientos y vuelvo a mi realidad... duermo mucho... duermo y sueño... es pesado viajar...
he llegado... he bajado... he buscado mis maletas... estoy en busca de mi hermano... lo busco pero no lo veo... de pronto, veo que un hombrecillo, un viejecillo se me acerca y me llama por mi nombre... y me doy cuenta que han pasado los años, y no me daba cuenta... mi hermano recoge mis maletas y salimos del aeropuerto rumbo a su casa... mientras viajo, recuerdo Alemania... su frialdad... lo extraño mucho, mucho...
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