De ella, solo heredó el olvido
en la esquina de una noche.
Con beneficio de inventario,
aceptó bebiendo en un bar.
Canceladas todas las deudas
vaciando monedas en copas,
hizo las cuentas de lo recibido,
(la almohada todavía perfumada)
y las pasivos que había dejado
(un ancho vacío en las sábanas).
Su debe y haber, quedo saldado.
Texto agregado el 03-03-2015, y leído por 212
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Lectores Opinan
03-03-2015
Me gustan especialmente los dos primeros versos. hipsipila