No dejes al alba esperando en la orilla del mar,
aprende a vivir con y sobre tus fuegos internos.
En la antesala del universo no hay juicio final,
tu ser trascendente merece un esbozo de luz.
Más que el viento, la distancia es la que separa.
No existe peor averno, que los contenidos solitarios
de esas almas de amores neutros, deambulando
calzadas vacías de arquitecturas para la ternura.
Sella alianzas con la esperanza y la existencia,
vivir es un viaje fantástico, de virtudes solitarias
en medio de multitudes de vicios nada inocentes.
Es un río desbordado en la noche de viernes,
y la perspectiva de un Edén que promete el lunes.
Resuelve los teoremas de amores sin comienzo,
y de esas varias, repetidas transiciones de olvidos,
que germinarán acercándose desde bastante lejos,
pero que, fatalmente, dilapidarán todas las batallas
cuando te erotice un flamante y forastero suspiro.
No calles las bienvenidas, ni ocultes tus adioses,
el tiempo vuela soplando polvos que regresan.
Nada más difícil que sufrir un si, si se quiso un no.
La clave de los sueños esta en vivirlos soñando,
porque las hojas de ruta solo apuntan hacia delante. |