Lunes 5 de noviembre
Debe hacer por lo menos un mes que llevo este computo diario de mi saldo de vida. Hace mucho que rebasé los cuarenta años de edad y no tengo nada que hacer, no preciso el ocio sino el derecho de trabajar en lo que me guste ¿escribir? Quizá no lo hiciera mal, por lo menos la gente suele disfrutar de mis cartas. ¿Y eso qué? Imagino una notita bibliográfica sobre “los atendibles valores de ese novel autor que roza la cincuentena” y la mera posibilidad me causa repugnancia. Aunque a pesar de lo anterior sigo escribiendo.
Pero, ¿cuál es la causa de que escriba estas líneas? Si hago un recuento de mi situación actual, puedo decir que soy rico, no tengo necesidad de un trabajo para ganarme el sustento. Esto que para muchos sería el ideal de vida, para mí me ha creado muchos problemas con mi noviecita actual. Tengo que decirles que ella es muy joven, yo le duplico la edad, con eso les digo todo y es de acuerdo con mi pensamiento que “para gato viejo ratoncita joven”. Ella tiene dos defectos: un hermanito de escasos ocho años de edad pero que es la representación viva de que existe el demonio. El otro defecto es su mamacita, por cierto el día del santo de esta señora le compré una tarjeta, lo malo es que se me embrollaron las fechas y se la entregué el día de las brujas. Les juro que yo no sabía de esta fecha. ¡La que se armó! Y fue el escuincle baboso del hermanito el que con alegría entre risas casi gritó: “te considera bruja mamacita”.
Miércoles 7 de noviembre
En la vida de los hombres hay personas importantes, en mi caso, somos tres: yo mismo, la mamita de mi noviecita y su antipático y diabólico hermanito. Mi futura suegra, en caso de que nos lleguemos a casar, puedo decirles que me trata como un dios, se preguntarán ¿cómo es qué me trata como un dios? La respuesta es simple, sabe que existo pero no me puede ver. Y en cuanto al cabrón hermanito, éste está pendiente de lo que hacemos o platicamos mi novia y yo en la sala de la casa familiar. Cuando la emoción nos embarga e intento besarla, de inmediato sale este engendro del mal de donde menos se espera y grita como desaforado: “mamá el señor esta mordiendo a mi hermana”.
Este miércoles al llegar a la casa de mi amada lo primero que hice fue “ponerme a mano” con mi cuñadito, pero no obstante el soborno de todos modos hizo escándalo y la “mamita” me dijo hasta de lo que me iba a morir. Mientras recibía la filípica al ver a la señora, me vino la idea de una foca: gorda, con bigotes y que ladra, la diferencia es que la foca vive en el mar. Querido diario ya no sigo escribiendo pues estoy bien encabronado.
Domingo 11 de noviembre
¡Ya salió el peine! Al papá de mi novia lo acaban de elegir diputado plurinominal por el partido triunfante: Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ya que mi noviecita está de muy buen ver (y de mejor tocar) quieren para ella al hijín de un político de alcurnia que además nada en dinero y en magnificas relaciones políticas.
Yo, a pesar de mi dinero, sólo soy un vago sin oficio aunque con beneficio. Pero, esto no basta. Cuando mi suegrita me preguntó a que me dedicaba y al contestar “para mí la literatura es mi segundo amor después de su hija, escribo cuentos y ya tengo una novela”. La vieja insistió: “¿y eso deja dinero?” Y contesté que aún no me había hecho justicia la vida, pero que dado mi talento sería un futuro Gabriel García Márquez.
Lo malo es que el anterior diálogo fue a la hora de la comida alrededor de una mesa donde estaban muchas personalidades sobre todo de la política. Un vergonzoso silencio fue la respuesta a mis palabras. No duró mucho y todos los comensales se pusieron a platicar de sus cosas y yo como animalejo raro pasé desapercibido. Por cierto ahí estaba el pretendiente de mi novia a la que le dirigía tiernas miradas, lo malo para mí, es que ella le correspondía.
Domingo 18 de noviembre
Ha pasado una semana desde mi última visita a mi querido diario, una semana espantosa. Yo pensé que al amor todo lo vence y terco seguí de una manera educada cortejando a mi novia, a pesar de que su mamá me sugirió que tomáramos un break, y mi cuñadito, ese engendró del mal, me dijo “te van a madrear si sigues molestando a mi hermana”.
Pequeño brujo, cuánta razón tuvo, al día siguiente al salir de la casa de mi novia, en la calle me estaban esperando tres guaruras del futuro suegro de mi novia y sin decir agua va me han acomodado una santa madriza que a pesar de que ya pasó una semana aún no me repongo. Lo triste del caso, es que mientras me golpeaban, el íncubo, convertido en niño de ocho años, aplaudía y daba gritos de alegría, y alcancé ver en la ventana de la casa, muerta de risa, a la mamá del engendrito.
Lunes 19 de noviembre
Nosotros tres, mi ex suegra, su diabólico hijito y yo hemos tenido una relación de odio, la ventaja es que gracias a ellos yo volví a creer en el infierno. Mi suegra me había dicho que era mejor partido el diablo que yo, estuve tentado a contestarle “que el incesto está prohibido”. Y hablando de diablos, mi noviecita me hizo el favor de coronarme con una cornamenta propia de un alce.
Como verás mi querido diario este sainete tuvo un final feliz, ¡imagínate qué nos hubiéramos casado! Es probable que considerara entonces el asesinato como una de las bellas artes y hubiera desembarazado al mundo de una vieja bruja y a su engendro de hijito.
Cuando vas rumbo a la cincuentena y las chavas ni te pelan te conviertes en filósofo. Por fortuna tengo un adorable perro "Akita Innu" llamado HACHI que escucha pacientemente mis disertaciones filosóficas y ya dejo de escribir porque HACHI está inquieto y quiere ir a pasear.
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