Las dos salieron de la tienda y Brígida le pidió una explicación a Sofía acerca de su mentira.
-¿qué es lo que te pasa? – le dice Brígida
-déjame en paz – le reclama Sofía.
-¡¡¡estas muerta!!! – le reclama Brígida.
-¡pues aquí estoy!
-no se vale lo que hiciste. ¿Sabes el daño que le causaste a Raúl?
-no me vengas con sermones que no te quedan. Tú fuiste la que provocó grandes dolores a Raúl cuando te largaste con otro.
-eso no es verdad. – le aclara Brígida.
-¡¡¡cargué tu maldito recuerdo 10 años!!! Para Raúl fuiste su primer amor. ¡¡El jamás me amó como te amó!! Lo dejé para que te buscara pero no me imaginé que decidiera estar solo el resto de su vida.
-no te creo. – le reclama Brígida.
-cree lo que quieras. Tengo que regresar a trabajar, no tengo tiempo.
En la tarde Isabela comía con Raúl y Ángel. Mientras platicaban de sus vidas
-¿y tus papás? – pregunta Raúl
-mi mamá vive con una tía y a mi papá tiene meses que no lo veo.
-¿por qué? – pregunta Ángel
-pues…. Mi papá le pegó a mi mamá y no era la primera vez que lo hacía. Mis papás se acaban de divorciar. Así que veo difícil que mi familia se vuelva a juntar.
-bueno… dejemos de hablar de las cosas malas. Mejor vamos a dar una vuelta yo invito. –propone Ángel
-¡¡claro!! – dijo Isabela.
En la noche ya de regreso, en casa Brígida visitó a Isabela para decirle que los siguió y pudo ver a su hijo desde lejos sin que ellos se dieran cuenta.
-¡¡Brígida!! Adelante.
-gracias. Espero que no sea muy tarde
-no. Para nada. Estoy llegando – dijo Isabela.
-sí, lo sé. Los seguí en el centro comercial.
-¿que? ¡¡Estás loca!! – le reclama Isabela.
-tal vez sí. Pero tenía que ver a mi hijo. Pero vengo a otra cosa
-¿qué pasa? – le pregunta Isabela.
-vi a alguien… - decía Brígida mientras tocaban la puerta.
-¿¿¿Isabela??? Soy Ángel
-escóndete – dice Isabela
-¿¿en dónde?? – pregunta Brígida alterada.
-en aquel cuarto. ¡¡No hagas ruido!!
-lo prometo – dice Brígida.
-¡¡voy!! – grita Isabela
-hola. ¿Te interrumpo? – pregunta Ángel
-no. ¿Qué pasa?
-dejaste tu chamarra en mi carro. – le dijo Ángel.
-¡oh! No me había dado cuenta. Gracias.
-por nada. ¿Estás bien? Te ves nerviosa.
-todo bien. – responde ante tal riesgo
-bueno me voy. – dice Ángel.
-ok. Cuídate que estas bien.
Isabela fue al cuarto donde se había escondido Brígida pero ella ya no estaba. Brígida se había salido por la ventana del cuarto. Por la tarde había caído una lluvia terrible y el asfalto estaba mojado cuando Brígida atravesó la calle sin darse cuenta de que casi la atropella un auto.
-¡cuidado! – grita una persona que se encontraba del otro lado de la calle.
-señora ¿está bien? – dice aquel hombre
-si gracias.- Y cuando Brígida se incorporó vio a su hijo frente de ella.
-¿señora está bien? Yo soy doctor. Yo la puedo revisar.
-no gracias. – responde Brígida asustada
-nada de eso. – dijo Ángel. Se subió a su carro para estacionarlo pero fue tiempo suficiente para que Brígida pudiera tomar un taxi y huir.
Continuara…
Texto agregado el 24-02-2015, y leído por 130
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Lectores Opinan
10-03-2015
Uyyyyy,quiero saber el final*****
Victoria 6236013
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