UN PLANETA EXTRAÑO
La pelirroja sacudía su encrespada cabellera.
Sin advertir que aquella atmósfera era letal para su pelo cobrizo.
Ella tenia un pelo bonito de un rojo natural... "Color rubí"
Siempre le gustaba decir que tenia un rubí en la cabeza.
Pero en aquel lugar todo se oxidaba más rápido de lo normal.
Y después de llevar un mes en aquel sitio su bonito pelo
rojo, estaba cambiando a verde.
Aquello era surreal todo en aquel planeta era extraño.
Tan parecido a su extinguida "tierra" todo era muy similar.
Por lo menos al principio, nada extraño se advertía, la composición
del aire era casi igual, después de unos minutos no era necesario
llevar oxigeno ni un traje especial.
Pero pasado algún tiempo algo iba cambiando en ellos, de forma silenciosa.
Eran pequeños cambios apenas se advertían, ella notaba después de un mes.
Que su cintura se ensanchaba, y cuando se miraba al espejo, era difícil.
Comprobar la diferencia, solo la notaba en la ropa.
Poco, a poco, todo era muy lento todo, se iba transformando.
Hace unos días salieron en busca de su compañero había desaparecido
Pasó algùn tiempo y una noche salió a contemplar aquella dos lunas
satélites de aquel planeta.
Y reposó su espalda sobre aquella roca, que no sabia como estaba allí.
El resplandor lunar la hizo fijarse en el saliente de aquella roca.
-No, no son... Estas las gafas de mi compañero...?
-Que hacen incrustadas aquí...?
Algo la hizo sobre saltarse, estaban apoyadas sobre un saliente.
¡¡No podía ser... Pensó!!
Se dirigió hacia el laboratorio tomó muestras de su sangre y de su ADN.
Y aquello la dejó paralizada, su ADN mutaba rápidamente.
Su cintura se agrandaba, sus piernas, sus brazos...
Ella también se transformaba de forma irremediable.
El ADN no mentía ella era...
Trató de convencer al resto de aquel convoy.
Pero todos la tomaron por loca.
Pasados algunos días, salieron en su busca.
Al igual que su anterior compañero desapareció.
Pero ella estaba allí, cerca de su campamento.
Formaba parte de aquel paisaje, de aquel planeta.
Ella veía como desaparecía ante ellos, no la podían
ver partían en su busca pero ella, no podía
hacer, ni decir, nada.
Sus piernas se habían transformado en profundas raíces,
Y ella en una hermosa planta, todavía quedaba algo de
conciencia en ella.
¡¡Pero hasta cuando...!!
Mientras algo parecido una lágrima se desbordaba...
Sobre aquella mata de pelo verde, que ahora eran solo hojas. |