¡Quiero que te vayas!,
le dije…
¡Si, me voy!,
me respondió…
Tomo sus cosas, y salió de la casa…
Yo, recogí todos mis recuerdos
y con una lágrima,
los guardé en mi corazón.
Texto agregado el 23-02-2015, y leído por 91
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
16-03-2015
Las despedidas siempre suelen ser tristes pero queda la fuerza y el valor para poder superar la partida y retornar poco a poco la resignación me ha gustado mucho tu verso son de esos versos lleno de magia arte y cultura te felicito 5 estrellas para ti. john-anthony-
23-02-2015
Mal hecho
No hay que dejar esos capítulos inconclusos
Algunos recuerdos suelen anclar a las personas
por el bien de todos, hay que cerrarlos bien y luego dejarlos ir
Randal-Tor
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