Crimen Pluscuamperfecto

-Qué!, tanto tiempo pa’ mear??. Te fuiste hace como media hora.¡
-Luz no me dejaba venir, ya sabes como es ella. Si no es por que empezó a berrear el escuincle, todavía me estaría sermoneando.
-Pos órale compadre, échese otra, y dígame como le vamos a hacer pa’ deshacernos del muertito.
La mirada de Raúl se ensombreció, no dijo nada, se levantó y fue hacia la ventana haciendo a un lado la sucia cortina y recargándose con las manos en el dintel, miró hacia afuera .La luz cambiante de un anuncio de neón se proyectaba en su cara: roja, azul, blanca, amarilla, dándole a su gesto adusto, distintas , volubles expresiones. Así pasó unos minutos.
-No compadre, usté me regaló un boleto de una rifa que yo no quería comprar.
-Ah!, no me va a hacer fuerte? Si le dije a usté es por que no puedo confiar en nadie mas.
-Pues si, pero ¿para que me involucra?, yo tengo un niño, si nos llegan a apañar ¿que va a ser de mi Lucha y mi Andresito?
-Ya, ya, ya..no se me ponga melodramático, ¿por qué nos habrían de apañar? Si nos ponemos truchas no tiene por que pasar nada. No hay forma de que nos puedan relacionar con el fiambre, ni si quiera mi vieja sabe que yo ya sabía de sus amoríos con éste cabrón.
-¿Y como estás tan seguro que eran amantes? Pa’ mi que se te pasó la mano compadre...
-No, no no!, si el muy jotito antes de que me lo ejecutara lo aceptó y chillaba como marrano que por favor lo perdonara, que se alejaría para siempre de mi vieja. El muy ojete no consideró que era mi mujer, ni que usté; mi compadre, fuera quien le dio la chamba.
-No compadre, pero me cae que me hubiera dicho desde antes para que quería que le prestara el coche, usté cree que no van a terminar por investigar el carro? No....yo soy bien sacón pa’ todo esto mire: tóqueme el corazón, está que revienta, y no hace ni dos meses que me dieron de alta.
-Mire compadre: Durante la media hora que se fue usté a mear, estuve pensando. No hay bronca, lo único que tenemos que hacer es deshacernos bien del cadáver, lo dan por desaparecido después de un rato, pero no hay ninguna evidencia que nos relacione con esa ausencia, además ¿no siempre andaba diciendo que en cualquier chico rato se iba a ir pa’ los united? . Fíjese: yo nunca he sabido que él se acostara con mi esposa, y usted nunca ha tenido una sola fricción de chamba con él, hasta cuando hubo aquel faltante, usted se hizo de la vista gorda, entonces, por qué le íbamos a hacer daño?
-Ta’ bien compadre, a lo hecho pecho, sírvame otro madrazo y vamos afinando los detalles...
El cadáver se encontraba en el carro de Raúl y a la vista de cualquiera que se acercara a éste, situación poco probable, pues el auto estaba al fondo del estacionamiento en un rincón poco visible , ahí había permanecido toda la tarde.
-¿Y si alguien vio el cadáver, compadre? ya ve que luego los niños andan por todos lados...
-No hombre esta rete oscuro donde lo dejé, y ya habrían hecho su escándalo en el edificio, si aquí les encanta el chisme.
En ése momento tocaron a la puerta, los fuertes golpes provocaron nueva taquicardia en el corazón de Raúl, y su primera reacción fue esconderse, no hay donde, el baño del departamento de su compadre Toño, es una verdadera pocilga que impide siquiera respirar. Mientras se levanta Toño y se dirige a abrir la puerta, le dice a Raúl en voz baja:
-Tranquilo Raulito, te me vas a quebrar tu también y ¿que hago con dos muertitos?...tranquilo que no pasa nada.
-¿Quien?
Era Luz María, la mujer de Raúl indignada por que la habían dejado hablando sola y pidiéndole a su marido que no tomara más, estaba muy reciente su operación y el doctor le había prohibido fumar y beber alcohol, cosa que parecía no importarle a él. Además necesitaba unos pañales para Andresito y no iba a permitir un momento más de esa borrachera de los solitarios compadres. Subió de nuevo a su apartamento, con la amenaza de bajar en peores términos si Raúl no iba por los pañales de inmediato.
- No compadre, vamos rápido por los pañales, pero no me va a dejar solo, eh?
- Me lleva....! vamos pues y a ver que se me ocurre ...
Raúl sudaba copiosamente, siendo que la noche estaba fresca, mientras que a Toño parecía no preocuparle nada. Al regreso de comprar los pañales, Raúl le prometió a su mujer no tardarse mas de una hora, acompañaría a su compadre a recoger “unos paquetes al aeropuerto” . Regresaron entonces al departamento a tomarse la ultima copa para darse valor y tomar ya la decisión de lo que harían con el cadáver.
-Compadre, se me ocurre que lo metamos al horno de la panadería de su jefe.
-No digas estupideces, Toño! ¿cómo se te puede ocurrir semejante idiotez?
-¿Que tiene?, lo cremamos y ni rastro...
-No jodas, compadre, vámonos ya, que se hace tarde; lo tiramos en una barranca, o en la calle, ¡total!, en esta ciudad...
-No, ¡que calle ni que calle! Si quedamos que lo íbamos a desaparecer, no seas maricón compadre, ahora te jodes... ya llevaste los pañales, ¿no? Que se duerma tu vieja y deja ya de preocuparte si es tarde o no... Compadre... ¿se siente bien?, compadre...no te hagas el chistoso!!!, ¿que traes?... ¡Raúl!, ¿estas bien?...¿que tienes cabrón?... me estás asustando hijo de la guayaba!... Compadre!...compadre.....compadre...Pero, ¿ por que lo mataste, compadre?... ¿Por unos cuantos pesos que te robó?...Y querías yo que fuera tu cómplice...no pensaste en tu vieja y en Andresito...ah! que compadre...al menos libraste la cárcel. Ya... no te preocupes compadre... yo me hago cargo, descansa pues.

Jorge Cortés