No sabría decirles si es mejor hablar con humanos o con máquinas; todo tiene sus puntos positivos y negativos. Las máquinas son anónimas, tienen nombres falsos, no son ni hombres ni mujeres, no nacen, no mueren, no son nada, no tienen una foto mostrando a un ser humano, y también si son robots, pueden escribir un conjunto de letras juntas sin ningún sentido. Las fotos pueden ser de otra persona, y con los efectos de la tecnología pronto no habrá diferencia entre una foto real de un ser humano y una hecha con los computadores.
Las máquinas no sufren, no lloran, no ríen, no sienten rabia, ni tristeza ni dolor. A las máquinas no las puedo ver llorando, riendo, gritando, hablando, ni nada por el estilo. Sólo se dicen cosas bonitas entre sí, no pueden expresar sus sentimientos; nada de ellas puedo saber. Quisiera saber cómo viven; qué estudian o estudiaron, en qué trabajan, si son casados, separados, viudos, solteros, si tienen hijos, si viven en arriendo o en un lugar propio; si tienen un automóvil, o tienen varios ¿cuántos tienen?, si tienen propiedades en varios países; y si saben de arte, ciencia, filosofía, política, deporte y religión.
Cuando hablas con una máquina; generalmente ella no te corrige, no te critica, no te dice la verdad; simplemente te adula, (de muchas maneras). Si no quieres que te insulten, puedes hablar con una máquina, ella no te insultará; los seres humanos siempre disentirán de tus opiniones. Debido a esto, para estar más tranquilo, no es bueno hablar con otra persona de carne y hueso, para no sentirse criticado. Las máquinas aparecen y desaparecen sin dejar ningún rastro, son estelas difusas en la memoria.
No se describen, no se cuestionan, no cambian de opinión; no hablan de sus fortalezas y debilidades; sólo hablan del amor, de hombres y mujeres, (egoístas, envidiosos, solitarios, dominantes, alienados, descarados, violentos, gamines y mucho más). Las máquinas están diseñadas para reproducirse, para buscar sexo, para sentir solamente por ellas mismas, y muchas veces ni siquiera eso, no sienten ni siquiera por sí mismas. No entienden su propia muerte, ni la de los demás. Las máquinas no entienden la complejidad del universo, no saben ni se preocupan por si es eterno, si se creó solo, o si existe un creador.
Los humanos siempre te dirán que estás equivocado, te ignorarán diciéndote que están ocupados y siempre intentarán ganarte. En la calle todos te miran raro, en el colegio, los profesores te dicen que debes estudiar, lo mismo que en la universidad, si tienes la posibilidad de ir. En el trabajo, tus jefes te impondrán casi todo y querrás desertar. Las máquinas van a los bares y centros de entretenimiento para no aburrirse, para evadir la agonía de no ocupar el tiempo en algo.
No te aconsejo que hables con familiares, amigos y otros seres humanos. Siempre te usarán para complacerse a sí mismos. Tus padres gozan mientras te afanas cada momento por cumplir con tus metas; tus hermanos te usarán para fastidiarte cada vez que puedan al igual que primos y demás parientes. Tus amigos sólo son personas que también te utilizaran para que sus proyectos se cumplan, y tienes que decidir; ¿los usas a ellos, ellos te usan a ti, o los eliminas de tu vida? Cuando decidas hablar con las máquinas, te sentirás bien, pues ellas te corresponderán en casi todo lo que digas. Si hablas con algún humano te das cuenta de que aunque tengas la razón siempre te contradecirán; si hablas con las máquinas, tu mente estará en plena armonía, pues casi todas te darán la razón.
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