Un pajarillo, a beber, bajó a mi fuente un día... ¡El ave calmó su sed, pero no sació la mía...! El pajarillo se fue, ansioso de lejanías... ¡Me dejó, tras su querer, sólo una fuente vacía...!
Texto agregado el 18-02-2015, y leído por 102 visitantes. (5 votos)