Quisiera poder decirte tanto aun y poder arreglar todos esos malos entendidos que tuvimos, que volvieras a mi, aun que sea solo para verte…
Hace dos años lo conocí, teníamos algo en común, los dos compartíamos… la música, entre a una escuela para poder aprender a tocar guitarra y es que por terapias que tuve, tenia que hacer algo que me distrajera. El primer día una chica se me acerco, decía que quería aprender a cantar y me contaba un poco de su vida, era raro pero, nunca he sido muy confiada para hablar con las de mas personas. Al día siguiente, lo vi entrar, vestía de negro, como un tipo engreído, que solo se reía con sus amigos y que cuando te volteaba a ver, te hacia una mueca horrible como diciéndote con esta “tu que me vez? “
El llevaba en la espalda una guitarra con un estuche lleno de stikers, lo cual se me hacia un tanto infantil, era de esas personas que no toleraba pero mi nueva amiga le llamaba en todo momento y este muy coqueto siempre le sonreía. Así pasaron dos o tres días y de la nada me dijo –Hola – en ese momento, me puse roja, tanto que el lo noto – estas bien? – lo mire, le conteste con voz entrecortada un “Hola“ Moria de pena!, pero no sabia ni por que, el se reía de mi y me pregunto – hoy fue clase de canto, me imagino que necesitas agua – me ofrecía una agua embotellaba poniéndola en mis manos –no quiero, gracias – no solo me la ofreció, me obligo a que la tuviera – no te pregunte si querías, tómatela... y q que te dedicas? Aparte de perder el tiempo aquí- me pregunto mientras abría mi botella de agua – estudio la universidad, pero se esta volviendo muy cansada – me sorprendí al decir eso, pues con nadie hablaba de mi y de repente salio como si a el lo conociera mas que nadie en el mundo, como si tuviera a suficiente confianza. Platicamos de muchas cosas, libros, trabajos, música, incluso de juegos. Me acompaño a casa y al ir caminando, se apagaron todas las luces, quedándonos en completa oscuridad, el me tomo en sus brazos y me abrazaba fuertemente – esta bien, no te espantes- me decía para tranquilizarme, nos esperamos un momento y cuando volvió la luz, le mire a los ojos, quedándonos completamente paralizados en ese momento, como si nada importara, como si no existiera nada, solo el y yo – eres bellísima, quisiera conocerte mas, saber mas de ti- me decía mientras quitaba mi cabello de la cara. Estaba a punto de besarme –si, creo que eso Será después- lo quite de mi y seguí caminando hacia mi casa, el se reía y me alcanzo.
Al llegar a casa se quedo un poco admirado, como si nunca hubiera visto una casa como la mia – así que vives aquí- decía observando de arriba a bajo – si, gracias por traerme, nos vemos mañana – abrí la puerta y encendí las luces esperando que se fuera – vives con tus papas? – me preguntaba tratando de mirar dentro, mientras yo lo detenía con mi mano –no, vivo sola, mis padres murieron- el se detuvo – lo lamento, creo que si es muy tarde ya, te veo mañana- y sin mas ni menos se fue…