INSPIRACIÓN
Nunca viene hacia mí.
a decirme palabras al oído.
Nunca su mano agarró la mía,
para llevarme a remontar cometas.
Nunca responde solicita, obediente
cuando yo le reclamo su presencia…
Pero nunca se esconde entre las sombras
ni en ningún laberinto al infinito.
La encontré cuantas veces la he buscado
teniendo por delante un desafió.
Entonces se suma a mi proyecto,
conversa conmigo, me sugiere,
aprueba lo que digo, me corrige
y entre los dos hacemos el camino.
Cuando por fin llegamos a destino
no comparte su firma con la mía,
desecha los aplausos, los honores
que suelen seducir a los humanos,
se despide de mí con un abrazo.
y me deja hasta el próximo trabajo.
neco