Ébano
Hombre de amigos soy, amigos que busco, de amigos difíciles de hallar, de amigos idos de la niñez, porque la ciudad me tragó
Hoy me encontré con uno. Un amigo entrañable, y envidiable, un amigo al que mujeres no le faltaron. En cada barrio tenía una. Se las ganaba con la guitarra y un vos susurrante. Voz odiosa, para nosotros, los que no teníamos sus habilidades. Que trabajo le sobró puedo asegurarlo.
Músico él. Guitarrero de horas tardías, bombos, erke y amores…finalmente se casó a mucho amor que lo ató.
-Me compré una guitarra nueva, hecha en ébano, y estoy recontento -me dijo ese día.
-qué bueno -dije yo conociéndolo.
El me describía lo hermoso de sentir su cara en esa madera lustrada, trabajada por un luthier , y la abrazaba imaginariamente y reía,
Hacía gestos de tocar aquí y allá entrecerrando sus ojos, sintiendo la vibración de la madera, imaginaba yo. Así me decía.
-Ella me acaricia, ella me devuelve lo que le doy. Está guitarra hace burbujear mi sangre. Es como si tuviese veinte años.
_ Hey…negro,¿ me das tu guitarra vieja? -Dije. Me miró extrañamente, después de una pausa habló:
No puedo, déjame, ya veré después.
Pasaron los meses hasta que un día vino con la cara triste, parecía tomate seco.
¡Hola , como estás, te estaba extrañando flaco ¡
Me miró y solo dijo
-viste la guitarra nueva…
-¡sí, me acuerdo, estabas contento ¡
- No pude adaptarme a ella, todo me salía mal, tocaba en los lugares que no debía. No era lo que yo hacía, ella no respondía como yo quería. Qué se yo. No me pude entender con ella…menos mal que no te regalé la vieja.
-Porqué tanto cambio flaco
-La vieja, no tiene secretos, esta ajada, su madera no tiene el color del ébano…esta cuarteada y a veces raspa, pero se cómo suena. Ella es mía y yo soy de ella.
Lo miré extrañado y entonces se explicó haciendo luz en mi pequeño cerebro.
Volví a mi mujer, no suena con todas las cuerdas pero bailamos la misma música.
Me reí con ganas…retorcido por las vueltas para contarme lo que había vivido! Gracias musiquero! Un beso a la gorda, ¿cuándo nos tomamos unos mates?
Viejos amigos, buena música y sobre todo manos y ojos que se conocen.
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