Ellos salieron un día como otros días y caminando sus calles como siempre. Se fumaron las nubes y se mezclaron con la gente pasajera. Nada podía frenar su marcha firma, nada podía cambiar su incierto destino de camino. Soñaban con ser más que simples hombres, soñaban con ser más. Querían encontrarse y encontrar el amor en los cajones de las medias limpias y el cariño. Su vuelo era triste y tranquilo, imperecedero y simple. Terminaron por fundirse en el horizonte, tan lejano y sereno como ellos. Nadie más los vio marchar, quedaron como apenas un recuerdo de los hombres que buscan eternamente ser más que sí mismos, y lentamente, se esfumaron de las memorias todas perdiéndose en el olvido…