El vapor de tu tasa se va, vuela, Vuela por entre los árboles, Este colchón de cadáveres y hojas Este viento frio Esta bella imagen de la gravedad Tus piernas delgadas, Tu túnica roja, Esa cortina semitransparente Que cubren discretamente Tus oscuros pezones, Alabemos al día, Y a la tarde Comamos el fruto que el silencio nos da Así nos fundiremos en soledad Así nadie lo sabrá Caminemos en este equilibrio Este dulce juego Hagamos de tus muslos Nuestro perfecto escondite El producto del parto No es amor y no es nada Nos encontramos aquí Solo vivimos Porque tú te sales y vuelves De pronto nada hay.
Texto agregado el 11-02-2015, y leído por 132 visitantes. (2 votos)