Cuando te ví, me propuse no llegar a amarte.
Pero no pude: te amé.
Luego, sin proponérmelo siquiera, llegué a odiarte.
Y aun te odio.
Pero también te amo.
Y no sé como dejar de sentir alguna de las dos cosas.
A veces creo que debería intentar dejar de sentir ambas.
Y otras veces quisiera que tú sintieras lo mismo que yo.
A modo de castigo.
A modo de venganza.
Desearía verte totalmente mala o totalmente buena.
Pero no eres ninguna de las dos cosas.
Desearía ser totalmente bueno o totalmente malo.
Pero no soy ninguna de las dos cosas.
Entonces te sigo amando.
Y odiando.
Y amando.
Y odiando.
Y amando.
Y odiando.
Y la tan anhelada indiferencia nunca llega...
Texto agregado el 09-02-2015, y leído por 125
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Lectores Opinan
09-02-2015
y dale con la duda existencial...matate...y no avises...para que amargar a la buena gente que solo dirá ! pobre tipo! riosdevino
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