Callan sus altos rumores
los vientos en los ceibales
que como raudos puñales
acribillaron las flores.
Éstas con rojos colores
derraman en el paisaje
la sangre de su linaje,
y ahora pintan de carmín
el agua que llega al fin
vejando su hermoso traje.
Texto agregado el 04-02-2015, y leído por 457
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