La noche más depresiva de mi vida,
mi muerte programada para mañana,
todo el día sin nada de comida,
y una niña muerta en la ventana.

Después de no poder conciliar el sueño,
y pensar en la muerte de esa niña,
la inconsciencia pasó a ser mi dueño,
tal vez por debilidad por tanta riña.

Tal vez por debilidad por tanta hambre,
tal vez por debilidad por toda la sed,
tal vez por dolor a tan fuerte alambre,
que constreñía mi cuello a su placer.

A veces quisiera ser ese alambre,
y sujetar el cuello de aquel guardia,
aquel guardia que nos hizo pasar hambre,
hambre que nos hace pasar taquicardia.

Luego me arrepiento de pensar así,
pues pensar de tal forma sería como,
querer ponerme ese alambre a mí,
pensar igual que él sería el colmo.

Bes: Chuma, Chuma, ¡Despierta! ¡Hoy es tu día!,
Chuma: ¿Es mi día? ¿De qué me estás hablando?
Bes: Día de premiarte por tu osadía,
vete, tu hijo te está esperando.

Chuma: ¿Cómo? ¿Me estás dejando en libertad?
Bes: Sí, no es por mí. Ebo me dio la orden,
se debe a un trato en realidad,
nos amenazaron por nuestro desorden.

Chuma:¿Quién nos liberó? ¿Fue Legendrio verdad?
Bes: Bueno, vino el ejército egipcio,
Menes, nos pidió dejarlos en libertad,
o nos llegaría el día del Juicio.

Chuma: (Pensando) ¡No es un engaño!, ¡Es verdad!,
nadie más sabía lo del rey Menes,
que es nuestro aliado en realidad,
y gracias a él ya no somos rehenes.

Bes: Sigue caminando, ¡Ánimo!, no caigas.
Chuma: (Pensando) Mira, ahora me trata bien,
Bes: Chuma, no sé porqué al bien te arraigas,
gracias a eso ya murieron más de cien.

Chuma: ¿Qué? ¿De qué es de lo que estás hablando?
Bes: Persona que calló, persona que murió,
menos tú que siempre seguiste callando,
sin embargo, el resto ayer falleció.

Chuma: ¿Pero callar sobre qué? ¿De qué me hablas?
Bes: Hasta ahora solo finges demencia,
¿Porqué no salen de ti esas palabras?
dilo, pues no servirá pedir clemencia.

Menes, solo pidió a los dos con vida,
si les diéramos todos los prisioneros,
nos dejarían la espada sumida,
en salir puede que sean los primeros.

Es cierto que luego pedirá más libres,
pero sólo los liberaré de vivir,
claro, no si la respuesta me consigues,
y así no dejarían de existir.

¡Salva sus vidas Chuma!, ¡Tú solo dilo!,
¿Porqué el tal Legendario es inmortal?
Chuma. ¡Por el dios cocodrilo del río Nilo!
¿Y me lo preguntas a mí que soy mortal?

Cuando les dije que no lo recordaba,
era verdad, yo no recordaba nada,
ahora sé porque respuesta no daba,
no conozco la respuesta acertada.

Bes: Siento que esto sea así, Don Chuma,
Chuma: En ese momento, llegamos con Ebo,
no lo podía creer, estaba Zuma,
mi hijo primogénito desde luego.

Sin decir nada, yo solo lo abracé,
lágrimas brotaron entre nuestros ojos,
ya todo había terminado pensé,
era feliz al ver esos ojos rojos.

Pero después esos ojos inundados,
mostraron una mirada nunca vista,
se escucharon sonrisas a mis lados,
y detrás, el sonido de una daga.

Era mi hijo dándome un abrazo,
nuevamente un abrazo de mi hijo,
acompañando la daga con su brazo,
A lo que dije: ¿Por que lo haces mijo?

Zuma: Ahora lo tuyo será mío padre,
descansa en paz padre, descansa en paz,
Chuma: Me, me pregunto que diría tu madre,
Zuma: ¿Porqué? Dijo cuando la borré de la faz.

Todo fue mentira, ya descansa padre,
pues jamás vino alguien a rescatarte,
así es la vida, no me culpes padre,
para vivir bien tenía que matarte.

(En eso, tres lanzas simultáneas se ven),
Zuma: ¡Ayuda! ¡Ayuden guardias que me mata!
¡Esta vivo! ¡Está vivo ese rehén!
Ebo y bes caen mientras Zuma escapa.

Chuma: Legendario ¿Eres tú? Dime que eres,
iaH: No soy legendario, pero él me envió,
Chuma: Con razón el corazón de tantos seres,
es duro, lo entendí pero me dolió.

iaH: Lo siento, no comprendo, ¿Que dice señor?
Chuma: Que al fin entiendo porque legendario,
porque él era duro y sin compasión,
porque él fue con la gente duro diario.

Ahora entiendo porque no daba nada,
a mi hijo yo le cumplí sus caprichos,
y resultó ser un bueno para nada,
por no ser justo me comerán los bichos.

iaH: No comprendo del todo lo que me dice,
Chuma: Descuida, lo comprenderás algún día,
¿Donde está legendario, quiero verlo?
¡Espera!, ¡Te conozco! No lo sabía.

Todo el tiempo tú fuiste Yaj, ¡y vives!,
iaH: Sí, y gracias a legendario tú también,
(palabras a la verdad dando esquives,
creo que decirle eso estuvo bien).

Después de eso, Chuma se desvaneció,
una sonrisa plasmada en su rostro,
pensando que legendario lo rescató,
asesinado el pobre por un monstruo.

Alguien que comía de su mano y él,
solo la usó para apuñalarlo,
y yo seguía pensando si hice bien,
en antes de su defunción engañarlo.

Pronto llegaron los guardias solamente,
ellos con espada y yo con un arco,
mejor que arrojar lanzas fuertemente,
pronto con su sangre hice un gran charco.

Nadie se me acercó lo suficiente,
paso que daba a la salida solo,
significaba de un guardia la muerte,
al final dejaron el camino sólo.

Obvio, nadie se me quería acercar,
aunque no tenía suficientes flechas,
quien diera un paso yo iba a matar,
es por eso que todos me dieron brechas.

Al final yo pude ver la luz del día,
mas no mi compañero de celda Chuma,
pero sé que recobraré alegría,
el día que vuelva y mate a Zuma.


Ya sé que no es una historia muy convencional ni el final feliz que los que me siguieron en la historia esperaban, pero a pesar de este final parcial donde uno de los personajes principales muere, espero les haya gustado la historia mientras la estuvieron leyendo, y si algo les aburrió decírmelo para en la próxima historia evitar ese tipo de tendencias. Si hago finales así, es para hacer mis historias un poco impredecibles. Pronto sacaré otra saga donde mencionaré como escapó iaH (pronunciado Yaj) y lo que sucede después de que es libre.