Hoy los cambios acurrucan mis neblinas
Se cargan tristezas en hombros ajenos
Esquilmando desaires y tiernas dolencias
Dilatándose irán estos ojos inmensos
De miradas perforadas por otra atribulada
A cada paso que dejo y me alejo del tuyo
Hoy el tiempo se despertó afiebrado
Sobre sus tercos días de cardios añejos
Resquebrajándose divaga por el viento prieto
Sobre nubes fortuitas en esta tarde inquieta
Cayéndose la vida en aguas a mi rostro
Llevándose tu aroma como lavado de bandera
Hoy se anuda mi garganta en este desvarío
Entre sonidos guturales de un perdón al año
Las palabras elimina la vaga idea de mis sentidos
Captando ventajas de tu universo mejor
Tormentas guardadas de un mañana tardío
Emanando desinencias hoy me iré a la nada
Hoy el cielo se cae fuertemente
Sobre mi sien astillado de axiomas flagelantes
Se cae en gotas perfectas de tus miradas
Cargando iré mi cruz de acero invisible
Cargando lo que hoy merezco culpas y penas
En mis hombros caídos de sollozos aletargados
Hoy recibo el dolor ajeno pero mío
Asumo la carga que me corresponde hasta el tuyo
Y que las penitencias me arrastren al infinito
Que se sulfure mis huesos en un cerrar de tu ojos
Y bañarme de los otros para ocultar mi quejido
En esta noche de penumbras que hasta de dolor ya ni
duele.