De encaje negro
cubro mis blancas ancas,
y negras son las copas
donde anidan dunas albas.
Dejo caer la seda
que oculta la geografía,
y disimulo con estupor mi interés
… en tu anatomía.
Es Eros quien se instala
en mi morada
y no evito el desear …
y ser deseada.
Dulces aromas se esparcen,
nos enlazan.
Fluidos de hombre, de mujer,
son los perfumes que inauguran la alborada.
Me anido en tu cuerpo,
te anidas en el mío
ya no me importa ser el lar
de tu dominio.
Suave, lento, profundo, delicado,
enloqueces, enloquezco..
¡¡Al fin en tus brazos!!
quiero morir y a cambio;
yo florezco.
Se nos ha hecho tan tarde,
que es temprano.
Lo que antes era bueno
hoy es profano
Y volveré a vestirme con rigor,
satisfecha ya mi hambre de tu amor
(Que al fin y al cabo del hombre es lo mejor)
Más me temes,
temes a la creadora de tu sueño.
Pena me das y acaso desconcierto,
me creíste tu ángel,
abrí el camino,
te inundé de mi veneno.
Ya no me sirves,
te has tornado predecible.
Shhht, duerme quieto tu sueño apacible…
que despertar a solas, para mí, es preferible.
*Latrodectus: Nombre científico de araña viuda negra.
M.D
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