¡Cuando hemos de encontrar
un gallo de cresta altiva
que a la hora de mandar
no se nos vuelva gallina...!

Le voté por ignorancia
a un pollo bien pintón
que al reñidero saltó
prometiendo mil ganancias...!

¡Les juro que su prestancia
mi razón encegueció
y de inocente que soy
le jugué hasta la bombacha...!

¡Pero le sobraba estampa
y le faltaba ambición...!
¡A todos decepcionó
cacareando desgracias...!

¡Que andaba manco del ala,
sin filo en el espolón,
al final me resultó
una perfecta clavada...!

¡Por suerte, cerca se halla
una buena solución,
porque en otra votación
del asador no se salva...!

¡Saludo a la democracia
que me brinda la ocasión
de rajarlo al payador
que esté metiendo la pata...!