Placeres y esperanzas afloraban, su mundo eran estrofas de ilusiones, como diosa en un sueño de algodones, en donde ella y su amante se adoraban. Variadas sensaciones la arrullaban y entre lluvias de besos y canciones transcurrían los años que burlones marchitaban dos almas que penaban. Contemplaba a lo lejos las estrellas, compañeras tan fieles de sus sueños, mas ya ellas no brillaban en el cielo dejaron tristemente de ser bellas. Con lágrimas quemando como leños pasaron a ser parte de su duelo.
Texto agregado el 26-01-2015, y leído por 1877 visitantes. (78 votos)