No importa cuan dura y cruel sea la batalla, cuando la mente y el corazón se proponen luchar por aquello que es puro y verdadero no hay barreras que puedan truncar el destino de cosas que han de ser por la sola razón de que todo tiene su tiempo para comenzar y terminar. La vida no sería vida si no hubiese un reto nuevo que afrontar y batallar al máximo para ganarlo; el secreto de la vida es quizás saberla vivir con mente positiva y alejarse de la vanidad pero aquello se vuelve frágil e impensable ante el dolor y el placer que aquella misma nos brinda. Lo mejor sería dejar a un lado todos los prejuicios de la vida y llevarla evitando chocar con todos los muros de contención. Evitar el extremismo.