Paco se levantó con el sonido de la alarma, era de usar el reloj despertador en vez del de su celular. Se vistió y al querer abrir la puerta de su cuarto para ir a la cocina a preparase desayuno no pudo.

Hizo fuerza para poder abrir la puerta, pero no se abría, le pareció raro porque él nunca había cerrado con llave, ni siquiera sabía dónde estaba su llave ya que nunca vio necesario ponerla. Tuvo que buscarla por todo el cuarto sin éxito.

Se empezó a desesperar un poco porque ya había gastado mucho tiempo y ya pronto se le haría tarde para ir a su trabajo.

Para complicarlo todo sonó su celular afuera del cuarto, cuando el escuchó el timbre del celular afuera y no con él, sabía que ya no le quedaba la opción de la llamada.

Estaba solo con la puerta cerrada, sin llave de la puerta, sin celular y nadie vivía con él para pedir ayuda, pensó en alguna otra alternativa, se le ocurrió bajar por la ventana, pero al vivir en un edificio de cinco pisos descartó la idea.

Solo le quedó gritar y gritar por ayuda, al parecer esa tarde todo se había unido en su contra ya que nadie pasó por las calles, ni nadie de su edificio lo escuchó.

Se quedó encerrado todo el día en el cuarto. Paco hasta el día de hoy no sabe porque su cuarto apareció cerrado con seguro ni porque horas después ya no estaba con seguro y pudo salir con solo girar la manija.

Fin