Desde el fondo de la acera,
en rumbo de colisión,
se aproxima un bombón
como mirando vidrieras.
Bella visión que aligera
el ojo y el corazón,
vestida de relumbrón
para una noche fiestera.
Me hace corta la espera
desnudando su intención…
Con palabras de ocasión
y unas propuestas certeras
la damita se revela
dispuesta a la relación
mostrando disposición
para emprender la carrera.
Cuando camina a mi vera
en pos de la diversión
presiento que aquella flor
esconde armas arteras.
En un roce a la ligera,
ensayando un apretón,
sentí contra el pantalón
una sensación fulera.
Sabiendo lo que eso era,
--con ratonil decisión--,
me la dejé de plantón
sin despedirme siquiera.
Texto agregado el 21-01-2015, y leído por 65
visitantes. (2 votos)