...u oneirofóbica*.

Entre el crepúsculo y el alba se hace más potente tu imagen, no puedo dormir. Me deslizo de la cama sigilosa, casi como sonámbula. Recorro cada espacio de mi habitación, que iluminada por los dulces rayos de luna, muestra sus rincones llenos de sombras. Hay quejidos, crujidos, fantasmas, que insisten en llamarme a la vida... no puedo dormir.

Un nuevo día viene naciendo, con él sus ruidos y distracciones, la cotidianidad de las labores, la fragilidad de las palabras.

Me pienso… mi vida … tan tenue, tan simple, tan plana, desde que no estás en ella y es que me acostumbré, me acostumbré mal, a que tu voz fuese el último sonido que quebrase el silencio de la noche y esparciera la soledad que me rodea. Tu arrullo me brindaba la calma de sentir que no había muerte al cerrar los ojos, y que dormir era simplemente dormir. Me dijiste que brillando - a la vuelta del sol - estaba la esperanza de tenerte junto a mí y que si moríamos, moriríamos juntos .. mas fue mentira ... estoy sola y entre las sombras tu figura, que también ahora es un fantasma.. y aquí yo, frente a ti yo... no puedo dormir.


M.D




Nota:

* El término Oneirofobia en sí es relativamente joven, data del 2001 cuando Blechner, casi al azar, lo menciona en su libro: The Dream Frontier. Las personas que padecen este tipo de fobia cuando se va acercando el momento de ir a dormir pueden experimentar: sensaciones de asfixia, sudoraciones excesivas, náuseas, sentir la boca seca, temblores, palpitaciones cardíacas, imposibilidad para hablar y pensar con claridad, miedo a que sobrevenga la locura o a perder el control. Suelen ser muy comunes los ataques de pánico.