En la solitaria y silenciosa noche
las esferas giran y danzan alrededor
del cántico nocturno,
que en suaves arroyos de armonía
desarma la noche,
las brisas mudas murmuran cortando el silencio y
en la noche de inverno en acto de deserción
los astros parten al alabo de su magna gracia.
Y el desolado, abandonado y caótico cielo
plagado de de agonía y desesperación,
sumergido en el desenfreno y soledad
da lugar en sus dominios al
íntegro crepúsculo de poesía azul
Texto agregado el 18-01-2015, y leído por 94
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