TRÁGICA CONDENA

Detesto de la noche su trágica ceguera,
con la luna adoro su mágica melena,
¡Que hermosa! Se ve su oscura cabellera,
alumbrada, reivindica su triste condena.

Amo la sonrisa, la luz de un día cualquiera,
la sonámbula mirada de una tarde ciega,
cuando el sol encubierto entre las chumberas,
alumbra los cactus, montes, luego reniega.

La vida se teje con luz, sombras y tinieblas,
sentimientos, ilusión, apasionamiento,
con amor, placeres y una buena hembra,
esperando ¡La muerte! Sin resentimientos.

JOSE NICANOR DE LA ROSA.