Siempre he pensado que los actos de los hombre rigen su vida y que a pesar de las circunstancias el libre albedrío predomina en su camino por eso cuando rompí el juramento que hice como médico una bruma de pesar nublo mis ideas y de a poco trastorno mi mente, cabe decir que nunca fui una buena persona pero puedo asegurar que si un excelente médico que hacía todo por salvar una vida.
Desafortunadamente esto no fue suficiente para dios o ¿será que simplemente tuve mala suerte?, no lo sé, aun así todas las decisiones que he tomado creo que están más allá del bien y del mal y sería un error encasillarlas en simples observaciones ligeras y es que dejar la medicina me convirtió en una persona simple que por primera vez en su vida pudo apreciar la realidad sin esas propuestas vacías que nos inculcan cuando niños; en esas épocas todos nos dicen que la compasión, el amor, el respeto y todos esos sentimientos asociados con lo bueno sentaran nuestras bases como personas y que si seguimos este camino seguramente seremos felices porque el ser bueno es redituable, hoy puedo decir que todo aquello no es más que una burbuja protectora que hace que como persona te atasques en un camino prosaico que no te lleva a ningún lado odio decirlo pero la vida como la conocemos no es más que una ilusión barata que nos venden con el objetivo de mantenernos a raya y lo suficientemente lejos del verdadero autoconocimiento el cual es un camino plagado de dolor y odio y que te consume lentamente hasta dejarte sin nada más que la verdad ante tus ojos y es tan atroz que solo deseas morir pues estas tan desfigurado que ya no te es posible el conocer, tus manos, tus ojos, tu voz ni siquiera tu pensamiento y es que díganme de que otra forma podría entender el dolor que mi propio hijo al que extraje yo mismo del vientre de su madre, al hijo por el cual llore cuando me entere que era ciego y protegí de todo aquello que ahora encarna mis huesos muere en mis manos, simplemente es algo que sobre pasa a cualquier hombre que cree en lo bueno pero entender esto me ha tomado más de tres años vagando entre pocilgas mares de alcohol a pesar de todo aun creo que la muerte de “H” es una broma burda y de mal gusto destinada a un dios grotesco que nos mira omnipotente desde siempre y es así como comienza mi historia.