Aparece y encuentra tus ojos, esto no debería ser una sorpresa cuando te encuentras ahí sentada con la habitación girando. Whisky corre a través de tu cabeza; todo lo que has sentido, sientes y sentiste ahora esta muerto. La astilla carmesí corre de nuevo, finalmente solitaria como siempre ha sido.
El destino ha señalado con su dedo y ha dicho: “A ti te deseo”. El ritmo de la música le entona a tu corazón: “Sangra pequeña, hazlo pequeña, solo hazlo para mi”; esta es la dulce seducción de la muerte que viene a danzar con los demonios. Ellos extrañan tus besos y tus susurros que has aparatado de nosotros. Pero creemos que tu debes de saber que estamos esperando; pero ahora, es tiempo de irnos, es tiempo de descansar, es tiempo de desaparecer en la sombra; madre atinada bríndanos mas vida.
Niña de la oscuridad, niña del arrullo; el hogar es donde el infierno esta. Camina conmigo; hazme compañía, tuviste tu oportunidad, cantaste tu canción, ahora el acto ha terminado. Has una herida profunda, no tardes, sangra todo el dolor; déjame admirar tan bella lluvia roja. No digas que duele pequeño pajarillo; en esta vida has conocido peor violación y mal juicio; el amor para ti solo es una maldición eterna, grilletes sagrados de tu imaginación.
Acércate niña, tu dolor se esta apaciguando; ¿sientes como este se vuelve placer?. Mis alas negras están aquí extendidas esperando solo recibirte, envolverte y abrazarte en ellas; ofreciéndote protección y calor. Es así como navegamos hacia la nada; duerme entre las constelaciones que sucumben este cielo infernal. Lava el dolor de tu piel, de tu alma y de tu sangre, y bebe el agua de fuego; perfecta para tu “hija-demonio” que fenece ante tu llamar.
¡Vamos ángel oscuro, dime la verdad!; ¿creías que algo así no le pudiese pasar a alguien como tu?. Llora y sangra, toma mi mano y encuentra la paz verdadera, el sueño excepcional; deja que mis brazos te envuelvan.
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