Te miro, te busco, te siento, tencuentro. Te veo y dibujo tus ojos que no sé ni lo que miran ni lo questán pensando. Levanto la vista, dirijo mi boca a las estrellas, las beso como si fueran tu cuerpo, tu rostro, tu vientre, tus senos. Te amo desde la ignorancia de tus formas, sabiendo que eres bella, sin pensar en tus medidas. Estallo el deseo contenido en mis venas, endulzado con vino solitario, triste, alegre y contigo a la vez, lleno de cielo sin nubes, de tierras redondas y cemento plano. Me hechizo de tus manos recordadas con la piel de las mías, de tu espalda acariciando inmóvil a mis mejillas convulsionantes de amor. Me canso en el esfuerzo vital de hacerte presente sin que importen lejanías y desconexiones. Te llamo sin saldo con mi corazón sangritando tu nombre en pulsaciones felices, con llanto, con dedos torpes que paren palabras aturdidas que buscan seducirte con el único baile que he aprendido malamente. Te trago en el humo que no quiero tragar más por ideas, pero sí por garganta que exige su cuota de raspaje, obligado a abortar la coherencia de mi pensar con un acto de necesidad adquirido en la inconsciencia de la rebeldía pendeja que no supe evitar. Te espero en el centro de una figura sin geometría. Calculo la fuerza y la velocidad de un mundo que construyes sin materia ni espacio ni tiempo… no hay órbita que te calce y yo quiero aprender la trayectoria de tus caminos para acercarme a esos impredecibles destinos. Sin futuro ni pasado intento anticiparme a tus deseos para encontrarte en algún beso delirante que genere otro significado, porque todo significan en solo un verso. El poema simple contenido en un vocablo. Vida. Cielo. Mar. Raíz. Tierra. Existencia. Amor.