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Divagaba nuestro amigo contemplando la céntrica plaza. La vida ha sido para él un carrusel de situaciones que ahora se sucedían en su cabeza con un vértigo inusitado.
En esas divagaciones estaba cuando escuchó de improviso la voz de una mujer que hablaba en un idioma tan significativo para él. Se trataba de dos parejas de personas, evidentemente de origen extranjero, para mayor precisión, de Francia o de algún lugar en donde se habla el idioma galo.
Él estuvo radicado muchísimos años en Francia, se impregnó de su cultura y aprendió a amar a dicho país europeo. Había regresado hacía más de dos décadas y entre evocaciones nostálgicas y el choque con una realidad vulgar le hacían pensar que ya nada era igual en este país, asolado por un golpe militar que cambió para siempre nuestras costumbres pueblerinas. Se sentía casi un paria en este país que le mezquinaba oportunidades.
-“Demandes lui a celui qui est á coté; ils ne savent pas repondré correctement, mais essaie de toutes façon.” (Pregúntale a aquel que está al lado. Ellos no responden muy bien, pero inténtalo de todas maneras). Era la mujer la que se dirigía así a su pareja. El hombre se aproximó a nuestro amigo y le preguntó con pésimo español :
-“Pog favog, ¿dónde queda megkado paga comeg magiscos?”
Un pensamiento excitante viboreó en su cerebro. Los individuos imaginaban encontrarse poco menos que con aborígenes y era la grandiosa oportunidad de provocarles un pasmo a los franchutes aquellos.
-“Allez –y- tant la troisième rue a gauche vons allez trouver ce que que vous cherchez” (Vayan por ahí derecho, en la tercera calle a la izquierda ustedes encontrarán lo que buscan).
Ante la perfecta pronunciación de mi amigo, dichas breves pero punzantes palabras tuvieron el influjo de dejar a tipo tartamudeando un mais.. mais.. (pero… pero…), expresando en esa palabra todo su asombro, un asombro genuino de moderno colonizador atrapado en su propia red.
Nuestro amigo se levantó riéndose para sus adentros ante la tamaña sorpresa asestada a esos extranjeros, que aún no podían disimularla en sus ojos redondeados y sus miradas furtivas al entorno.
(Feliz año a todos y perdonen los furcios de la ortografía francesa).
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Texto agregado el 06-01-2015, y leído por 258
visitantes. (4 votos)
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Lectores Opinan |
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07-01-2015 |
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Votre texte est très agréable. J'ai plaisir à lire. Et le prix, je laisse cinq étoiles.
Traducción: Los mariscos me dan alergia. ZEPOL |
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07-01-2015 |
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El asombro surge cuando algo no te esperas, muy buen relato. Legnais |
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06-01-2015 |
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Divertida tu historia y excelente lección para estos franchutes.UN ABRAZO. GAFER |
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06-01-2015 |
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Jajajaja Una desagradable lección se llevaron. !Muy bueno! Abrazos. NINI |
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06-01-2015 |
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Quelle bone histoire, Monsieur! Jajajaj, me encantó. Y tu transcripción fonética del español para imitar el acento francés, de primera. Excelente, la disfruté mucho. -“Pog favog, ¿dónde queda megkado paga comeg magiscos?” Jajaja. Genial, Guiditos. Un reabrazo full. SOFIAMA |
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