¿Por donde empezar? ¿Siempre por la pregunta? ¿que aprendimos hoy? Dejar ir, soltar, aceptar.
Amar. Me siento bien conmigo misma, siento que una capa se rompió, y ahora me devengo hermosa, sincera, abierta; aproximable. La tristeza me anudaba el canto, ahora soy libre como un pájaro. Todo se va conectando, realizando, cada vez mas comprobable. Que todo vale, que los pensamientos son fuertes como ¿una bala? ¿un puño? ¿cualquier tipo de impacto? Hasta uno suave, y amoroso, de sentimientos hermosos, como un: “te perdono”. Nos libero de esta angustia que nos ataba por separado. Suelto estas sensaciones de abandono, de pequeña niña que nada comprende, mas que sus emociones. Hago entrega completa de mi ser hoy, a esta pequeña que siempre fui, y seré. La espontaneidad y la cordura nunca fueron de la mano. Preparaos el inmenso flujo de dimensiones que se abre como un abanico ante la imaginación. Fértil, como fértil tierra de balcón. Crece y sube como enredadera la convicción de que todo se puede. Gracias se vuela al viento mientras nos arrojamos a un vacío de milagros. Esto es tan sólo el principio de la Inmensidad. |