Y vi sus ojos; Esos mismos que deberían estar llenos de vida Y vi el vació; La sin razón que se asomaba de una carita pintada de tigre ¡Así decidió vestirse ante la muerte! "Aquí no hay deleite occidental" Casi se leía en su mirada La que naufragaba de dolor y soledad En un rustico columpio.
Texto agregado el 31-12-2014, y leído por 131 visitantes. (0 votos)