Cuando el amor se para firme
Y te mira a los ojos sin miedo
Con esa seguridad de quien
dice que viene a salvarte la vida
-O a jodertela, sin saberlo-
Sueñas, o te sueñan,
Y comienza la estulticia.
Entonces es cuando empiezas
A temblar y esas ganas de huir
Comienzan a trepar por los pies
Y las sientes reptando
Oprimiendo tu pecho
Asfixiándote
El grito en la garganta.
Y este tranquilo sopor
Después del sexo
Ya nunca se llama amor
Desde que ella se fue
Y tras su estela se marchó
Todo lo que una vez supe de él.
La seguridad me la dejé
Sobre aquella cuerda
En la que solía jugar a ser
Una estúpida funambulista
con la única intención de hacerla reír.
No he vuelto a saltar
Sobre ningún precipicio
Por miedo -no a caer-
Sino a encontrarmela allí abajo
si se equivocaban mis pies.
Se llevó cualquier resquicio
De lo que podría haber sido amor
Cuando dijo que estaría
A la vuelta de cualquier esquina,
Y desapareció.
Cómo volver a nombrar
Frente a otra
Todo aquello que
Una vez ya te dije a ti.
Cómo llamar amor a esto
Que siento cálido
Y cómodo
Como tu roída camiseta
Que hace mucho dejó
De oler a ti.
Cómo con su cuerpo pequeño
Enredado en el mío
Y su boca gimiéndome al oído
Sin morderme los labios
Cuando se avecina el orgasmo.
Cómo si entiende el amor
Como una autovía con grandes carriles
Y yo siempre opté por
Las sinuosas carreteras nacionales
Texto agregado el 31-12-2014, y leído por 191
visitantes. (0 votos)