Algunos dicen que la vida es una que no hay cabida al error, que no hay que correr riesgos por que la vida es un instante. La verdad, como el niño inmaduro que soy me rehusó a creer en esta teoría, es por eso que decidí ensayar mis vidas, al fin y al cabo no venían con instrucciones.
Mi primera vida la viví sentado… Aunque empezó siendo como después de un rato me aburrió la pasividad.
Mi segunda vida la viví corriendo…me gustaba la adrenalina pero después de un momento ya estaba cansado.
Mi tercera vida la viví cantando… Al principio fue divertido, pero después ya no le encontraba sentido a lo que hacía.
Mi cuarta vidala viví llorando… En un principio fue un buen ejercicio de catarsis, después el llanto se volvió amargura.
Mi quinta vida la viví sonriendo…Primero era lindo y me sentía bien, después se volvió empalagoso y me sentí como un bufón
Mi sexta vida la viví observando… aprendí mucho, pero hice poco.
Mi séptima vida la viví sonriendo, llorando, sentado, corriendo, cantando, observando y actuando… Y por primera vez viví.
Aunque solo han pasado unos minutos después de vivir siete vidas, creo que es hora de descansar, mañana será otro día, no para vivir siete vidas sino para vivir cien quinientas o mil vidas. Porque la vida no es un instante, más bien un instante pueden ser siete vidas o hasta mil.