Las ciudades pobladas de zombis;
Moribundos, cabizbajos,
Con piedras en el pecho,
Como la vergüenza y el miedo.
Miran hacia abajo, esperando
Los tropiezos;
Miran sus pies descalzos de tiempo.
Las cabezas y las espaldas encorvándose
Con cada paso,
Hacia ninguna parte.
Hundimos por los charcos
De los gobiernos,
Ahogados en el bar;
Vendiéndose desnudos al invierno
Esperan. Desesperan.
Cabizbajos.
Hunden la frente bajo la tierra
Hasta ver el infierno,
Hasta que es tarde y
Oscuro.
Creen que llevan la frente en alto.
Cabizbajos, son seguidos y siguen.
Cabizbajos, sin cabezas,
Sin cielo, ni horizonte.