El mundo le pertenece al diablo. Yo no sé lo que es bueno y lo que es malo. Soy un simple humano, mortal, igual que tú. No es necesario que yo me las dé de sabelotodo. Las cosas que ocurren en el mundo son muchas veces aterradoras, y la gente es terrible. Lo es. Es más, estoy seguro que en estos momentos más de uno se estará burlando de lo que digo. Se ríen de mí porque creo en dios y en el diablo. Y lo hacen de cierta manera que resulta destructiva. Yo soy de la opinión que el mundo le pertenece al diablo. No es algo que yo le envidie en particular. Mis aspiraciones no son las de enseñorearme. Preferiría algo más simple como salud y paz mundial. Y por qué no una pequeña cabaña y una amorosa mujer a mi lado. Salir por la mañana a pescar y todo eso. No lo he conseguido aún, pero creo que es lo máximo a lo que puedo aspirar. No me interesa tener una cuenta bancaria, ni un chofer, ni una mansión, ni nada de eso. Es más, quisiera poder prescindir de la computadora y del dinero. Soy romántico, esa es la verdad. Y también es cierto que estoy loco y que he sufrido varios ataques. A veces no puedo controlar mis pensamientos. A veces el pánico se apodera de mí y siento que me asfixia hasta dejarme inconsciente. Mi corazón empieza a latir rápidamente y la realidad comienza a caerse a pedazos. Pero sigo siendo lo que soy y nunca dejaré de serlo. La sociedad, empezando por los padres, te va llevando hacia un lugar imposible de no odiar. Te van empujando y empujando hacia la mierda. Y es así como terminas inhalando polvo blanco, que en resumidas cuentas es veneno, pero lo haces y no sabes por qué. Y fumas y tomas venenos creyendo que eso te hace interesante. Sí, está bien, te refugias en el dolor, y yo no tengo ninguna objeción. Yo creo que todo eso ocurre por falta de amor. La naturaleza es terrible también. Si lo que quieres es gozar de una vida al aire libre, en el campo, viviendo de lo que la naturaleza te ofrece y de tus habilidades, también hay problemas. No es una fácil solución. Incluso pensar es difícil. Sobre todo cuando millones de ojos diabólicos están sobre ti, esperando que digas algo tierno o estúpido para aniquilarte. Sí, esperando que muestres un poco de inocencia o ingenuidad para hacerte pedazos. Y eso es lo que mata nuestros sueños. Y los sueños son lo más importante. Uno tiene que seguirlos, aunque todos los demonios conspiren en tu contra. Es realmente terrible la manera en que vigilan nuestros pensamientos. Ya no sabemos ni qué decir ni qué hacer ante tanta calamidad. La única prueba de que dios existe es que hemos visto tantas veces la mirada del diablo en los ojos de nuestros hermanos. Y sabemos que están poseídos. Y que de alguna manera dios nos protege de esos cabrones, aunque no sin vernos algo afectados. No sé por qué son así las cosas. Sólo doy mi estúpido punto de vista. Y la verdad no tengo mucho que decir. Y ya me voy a dormir. A lo mejor después le sigo. A lo mejor dije puras cosas que a nadie le van a gustar. Pero claro que yo debería de estar en mi cabaña, pescando solitario en el río, y no utilizando esta herramienta del diablo para hablarles de dios. Pero ya ven que así está la cosa. |