Aquella mujer de tenebrosa figura tenía una profesión muy especial. Era la encargada de cortar el hilo con que están unidos el cuerpo y el alma. Ni más ni menos. Sellaba definitivamente la suerte de los hombres con su afilada cuchilla de oro.
El delgado cordel de singular resistencia brotaba de la piel en cualquier momento de nuestras vidas y se mostraba desafiante ante la presencia de La Parca que casi siempre lograba su objetivo.
Fue en aquel desgraciado vuelo de Air Malasian que junto con las mascaras de oxigeno que se desprendían del techo del avión, se enredaba una maraña de hilos vitales de todo su pasaje.
La fría pasajera solícita logro su cometido. Con su artero corte frente al inmenso océano como fiel testigo de sus brutalidades, se cargó las almas hacia su destino final.
OTREBLA
Texto agregado el 29-12-2014, y leído por 186
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Wuao!!!. Qué genialidad lo que has escrito de un evento estremecedor. Te felicito, simplemente MAJESTUOSO. Un abrazo full. SOFIAMA
29-12-2014
Tan escalofriante como real. ¿Y quién le cortará el hilo a la muerte? Porque si de algo no dudo es de que al final, la vida siempre triunfará. Un placer saludarte. ZEPOL
29-12-2014
oh!, muy bueno, saludos FEHR
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