Gemelos

No eran solo mellizos, eran gemelos, tan idénticos que al nacer confundieron sus nombres y tuvieron que recurrir a las recomendaciones de la partera para identificarlos, que les puso una cinta en sus muñecas para distinguirlos.

A partir de allí fueron Lucas y Javier.

Como gotas de agua transcurrieron su infancia, figuras espejadas mancomunadas por un amor incondicional. Se amaban porque se necesitaban.

Hoy Lucas despide a Javier, que descansa incólume en su lecho, como esperando una mañana que nunca llegará. A su lado, el hermano que llora por su partida, que preanuncia la suya y abre un camino al espacio infinito de lo desconocido.

En muchas ocasiones habían fantaseado con ese momento.

-No me imagino el día en que te vea en el ataúd- Imaginaba Lucas- Sería como asistir a mi propio entierro.

-Pienso que lo nuestro va a ser simultáneo, un despertar entre la nubes de almas gemelas- imaginaba Javier

-Algo tenemos que hacer, toda una vida pensando en conjunto y ahora ante la inexorable llegada de nuestro destino final, no podemos quedarnos sin un plan.

Hubieran cumplido 78 años el próximo 20 de enero.

OTREBLA